El futuro de la realidad virtual y aumentada: Desafíos y oportunidades en la era digital
febrero 26, 2024
Las recientes salidas de nuevos dispositivos de realidad virtual y aumentada, y el discurso alrededor de su futuro, nos invita a reflexionar acerca de la dirección en la que se está moviendo esta innovación tecnológica y qué responsabilidad tenemos para tomar riendas y asegurarnos de guiar esta innovación por un buen camino.
Desde el siglo XVIII hemos vivido al menos tres revoluciones industriales, cada una más acelerada que la anterior, culminando en la era digital en la que vivimos actualmente. Este desarrollo tecnológico ha resultado en un mundo intensamente dependiente de nuestras tecnologías digitales que hace imperativo que desarrollemos una conciencia acerca de la dirección en la que se mueve la innovación tecnológica.
Aunque la tecnología detrás de los visores para realidad virtual y aumentada ha estado en desarrollo por más de tres décadas, éste se ha acelerado rápidamente desde inicios de los años 2010. Compañías como Google, Meta, y Apple han llevado al mercado múltiples iteraciones de estos visores culminando en la salida del Vision Pro de Apple en Febrero de este año.
Esta salida ha propiciado nuevamente la propagación de historias fantasiosas que pintan un futuro en donde dispositivos se vuelven parte integral de nuestra vida y revolucionan fundamentalmente la forma en la que interactuamos con nuestros dispositivos y con otras personas.
Una visión más sobria, sin embargo, nos muestra que la salida del Vision Pro marca una tendencia peligrosa para estas tecnologías. Una tendencia en donde el uso práctico de estos dispositivos pasa a segundo plano, incluso haciendo ciertas actividades más imprácticas, y los convierte simplemente en objetos de lujo accesibles únicamente a un grupo de personas cada vez más pequeño. Los convierte en objetos de tecnofetichismo y reorienta su desarrollo cada vez más lejos del gran potencial práctico que verdaderamente tienen.
La tecnología detrás de los visores de realidad virtual tiene potencial para impactar de forma positiva a muchas personas. Sin embargo, esto sólo será posible si nos hacemos responsables de orientar este desarrollo hacia el camino correcto, de darle un enfoque pragmático que nos permita atacar múltiples problemas sociales, problemas como la exclusión tecnológica de personas con discapacidades visuales o auditivas, entre otros, que son generalmente ignorados en nombre de la maximización de ganancias.
Se ha propuesto que estamos viviendo una cuarta revolución industrial que inició hace menos de una década, una revolución centrada en las tecnologías digitales pero caracterizada por su incursión todos nuestros aspectos sociales y no sólo en nichos industriales. Si asumimos que esto es cierto entonces queda en nuestras manos el orientar este desarrollo, el hacer que estas innovaciones tecnológicas resulten en una mejor calidad de vida para todos por igual y no se conviertan en nuevos instrumentos de exclusión y segregación.